El Colegio Francisco de Asís, surge desde sus inicios como un respuesta a la necesidad de contar con un centro de educación católico cristiano, manifestada por la comunidad de Pinto, representada por el Párroco de ese entonces. Fue así como, en Marzo de 1950, iniciaron este trabajo educativo las religiosas Hermana Moderata Fritz y Hermana Spiridia Benetz. Nace así la Escuela Parroquial N° 15, Ana Henríquez de Ávila, en reconocimiento a la persona que donó los primeros terrenos en donde se levanta hoy la casa de las religiosas.
Desde 1952 a 1965 existió la Escuela Particular N° 13 “Las Mercedes”, camino a Chillán, anexa a nuestro colegio.
En el año 1984, se crea la Enseñanza Media Científico Humanista, egresando su primera promoción en 1987. En 1994 comienza a funcionar la Enseñanza Técnico Profesional con la especialidad de Técnico en Gastronomía, titulándose los primeros profesionales en 1997. Ese mismo año se inicia la Jornada Escolar Completa.
A partir del año 2000, nuestro colegio en busca de una identidad más plena opta por llamarse Colegio Francisco de Asís y tener como norte los valores de nuestro patrono.
Actualmente y considerando las propuestas emanadas del Ministerio de Educación, la especialidad entregada en nuestras aulas pasó de llamarse Técnico en Gastronomía a Técnico en Servicio de Alimentación Colectiva y se guía por la malla curricular propuesta por el Ministerio de Educación.
También se imparte Prekínder y Kínder, como una forma de integrar al niño más tempranamente al sistema educativo y despertar todas sus potencialidades, colaborando a la vez con la familia, especialmente con aquellos núcleos familiares en que ambos padres deben salir a trabajar fuera del hogar.
Nuestro colegio se enmarca dentro de una comuna que vive amenazada por varios factores socioculturales que no favorecen la proyección futura de los jóvenes y niños del lugar, ya que existe un alto índice de alcoholismo, maternidad adolescente, cesantía y un incipiente incremento de la drogadicción juvenil. Por ello, es de vital importancia ofrecer una educación integral, integradora, esperanzadora, equitativa y de calidad, para que nuestros estudiantes tengan la posibilidad de abrirse espacios en su vida futura que les permitan ser personas de bien, comprometidas con la fe cristiana y competitivas dentro de un medio social que es exigente y selectivo.
Desde el año de su fundación, fecha en la cual abre las puertas a los niños de la comuna y hasta la actualidad, ha mantenido una presencia constante en el área de educación, conformándose como una alternativa real de desarrollo y formación de sus alumnos y alumnas. Muchos años han pasado desde su fundación y no pocos han sido los procesos de cambio frente a los cuales se ha debido reformular el trabajo realizado.
La educación que se propone, debe llevar a todos a interesarse, de acuerdo con su etapa de desarrollo, en su entorno social y cultural, su inserción en la sociedad, el respeto por la naturaleza y el medio ambiente, la necesidad de la justicia y la paz.
El proceso educativo es camino que se vive siempre abierto a los problemas reales del país, orientado hacia el servicio efectivo a los demás, desde una fe cristiana vivida. Esto incluye una invitación a los alumnos y alumnas a dar lo mejor de sí, superando la superficialidad, a través de una formación atrayente, que nunca pierda de vista los grandes desafíos de Chile y de la Iglesia en estos tiempos.
Se busca el desarrollo de destrezas y habilidades, actitudes y valores que permitan apropiarse de los contenidos fundamentales de las ciencias humanas, exactas y de las artes con una perspectiva dinámica y renovada, facilitando su adaptación a un mundo en permanente cambio. El presente proyecto educativo quiere responder a estos desafíos, visualizando un modelo educativo participativo que enriquezca las clases sistemáticas, incorporando diversas “experiencias educativas” al currículo: tales como talleres que permitan el desarrollo integral del alumno y actividades electivas que satisfagan los intereses de nuestros educandos.